Cuando se habla de atención al clientes importante conocer cuáles son los distintos tipos de clientes y como se relacionan entre sí, con su entorno y sobre todo con el personal del establecimiento, que va a ser en definitiva el encargado de prestar el servicio. Todas las personas no reaccionan de la misma manera frente a la atención o al servicio que se les presta,  si no que esta reacción depende del perfil psicológico de cada individuo. Podemos establecer, a través de la característica, siente clientes básicos.

• Los sociables: Se caracterizan por el gusto por la vida familiar, social y por la posibilidad de hacer amigos. Suelen acudir a los restaurantes por recomendación de amigos o familiares. Suelen preferir la acogida y el servicio y con frecuencia entablan conversación con el personal esperando una respuesta similar.

• Los tímidos: Suelen ser personas solitarias, pero que buscan elementos que les den seguridad. Este tipo de cliente aprecia considerablemente la acogida y sobre todo el ser reconocido por el personal del establecimiento. Si queda satisfecho con la acogida y el servicio, suele ser un cliente fiel y repetitivo, ya que se siente en el restaurante como en su propia casa.

• Los caseros: Son personas muy reticentes a la salida de su monotonía cotidiana y cuando lo hacen se sienten incómodos, temen aburrirse. No son muy dados a relacionarse con desconocidos y no aprecian excesivamente la cálida acogida o un servicio esmerado, sino que prefieren confort.

• Los mundanos: Buscan fundamentalmente el prestigio social y la pertenencia a un grupo privilegiado. Normalmente eligen aquellos restaurantes que tienen cierto carácter selectivo, con cierta reputación y que son frecuentados por personas importantes. Son especialmente sensibles a los detalles que le confieren un cierto ´´status social« y exigentes en cuanto a la calidad y el confort.

• Los curiosos: Suelen ser muy abiertos, simpáticos, buscando continuamente relaciones interprofesionales. Valoran la acogida, el ambiente y suelen preferir establecimientos pequeños y con cierto carácter familiar.

• Los itinerantes: Son personas inquietas, que no permanecen mucho tiempo en un sitio. Valoran especialmente la rapidez del servicio y no ponen interés en la acogida.

• Los individualistas. Como su nombre indica son personas que prefieren no relacionarse con desconocidos, por lo que los restaurantes no son sus lugares favoritos. No prestan atención al recibimiento y prefieren una relación distante entre cliente-personal.

Sin embargo, no hay que considerar a estos grupos como parcelas cerradas donde encuadrar a los clientes, ya que con frecuencia el cliente puede pasar de un grupo a otro en función de su estado de ánimo.

Redactado por Abel Aparicio

Fuente: Campus hostelería, Camarero profesional.

www.restauranteaparicios.com

Siguenos en Facebook Twitter Instagram.